La Comisión está tomando medidas para hacer frente a los riesgos derivados de las importaciones de bajo valor vendidas a través de minoristas en línea no pertenecientes a la UE y de mercados que acogen a comerciantes no pertenecientes a la UE.
Estas acciones forman parte de la Comunicación sobre comercio electrónico «Una caja de herramientas global de la UE para un comercio electrónico seguro y sostenible», que la Comisión propone hoy. La Comisión fomenta acciones, entre otras, en los ámbitos de las aduanas y el comercio, como la puesta en marcha de controles aduaneros, la protección de las personas consumidoras y las Leyes de Servicios Digitales y Mercados Digitales.
El año pasado entraron en el mercado de la UE unos 4 600 millones de envíos de poco valor, es decir, mercancías cuyo valor no supera los 150 euros, lo que equivale a 12 millones de paquetes al día. Esto supone el doble que en 2023 y el triple que en 2022, y muchas de estas mercancías han resultado no cumplir la legislación europea. Este crecimiento exponencial suscita numerosas preocupaciones. Principalmente, cada vez son más los productos nocivos que entran en la UE. Además, los vendedores europeos, que respetan nuestras estrictas normas sobre productos, corren el riesgo de verse perjudicados por prácticas desleales y la venta de productos falsificados a través de mercados en línea. Por último, el gran número de paquetes que se envían y transportan tiene una huella medioambiental y climática negativa.
En Europa, las personas consumidoras deben disfrutar de todo el potencial del comercio electrónico y tener acceso a productos en línea cómodos, asequibles, seguros y de alta calidad. Del mismo modo, las empresas europeas deben beneficiarse de la igualdad de condiciones en el mercado único.