En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP29 celebrada en Bakú, la Comisión Europea y los Estados miembros de la UE negociaron con éxito un acuerdo para alinear los flujos financieros mundiales con los objetivos del Acuerdo de París. Mediante la adopción de un nuevo Objetivo Cuantificado Colectivo (CQT) para la financiación de la lucha contra el cambio climático, la UE ha logrado ampliar la base mundial de contribuyentes a la financiación de la lucha contra el cambio climático. Las Partes acordaron que la financiación combinada de todas estas fuentes debería alcanzar al menos 1.300 millones de dólares al año para 2035.

Como parte de este objetivo más amplio, los países desarrollados se comprometen a liderar la movilización de 300.000 millones de dólares anuales de aquí a 2035 para la acción climática en los países en desarrollo. Este objetivo fundamental puede alcanzarse a partir de una amplia gama de fuentes, incluida la financiación movilizada por los bancos multilaterales y, por primera vez, las contribuciones de otros países. Este era un requisito clave de la UE para garantizar que otros países aporten su parte justa de financiación, acorde con su capacidad financiera.

El equipo negociador de la UE también ha concluido con éxito las normas que reforzarán la integridad medioambiental, la transparencia y la rendición de cuentas de los mercados internacionales de carbono en virtud del artículo 6 del Acuerdo de París. El mecanismo de acreditación previsto en el artículo 6.4 establecerá una nueva norma respaldada por las Naciones Unidas para las compensaciones de carbono de alta calidad, y las nuevas normas de registro y seguimiento de las transferencias internacionales aportarán transparencia a los acuerdos bilaterales de carbono entre las Partes. Esto permitirá reducir y eliminar las emisiones de forma rentable.

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