El Consejo y el Parlamento Europeo han llegado a un acuerdo político provisional sobre unos objetivos de reducción de emisiones más estrictos para los Estados Miembros en el marco del llamado Reglamento de reparto del esfuerzo.
A la espera de una adopción formal, el acuerdo provisional respalda un objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel de la UE del 40% en comparación con 2005, para los sectores no cubiertos por el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCE), a saber, el transporte marítimo nacional y por carretera, los edificios, la agricultura, los residuos y las pequeñas industrias. El acuerdo mantiene el aumento de los objetivos nacionales asignados a cada Estado miembro, tal como propuso la Comisión, y ajusta la forma en que los Estados miembros pueden utilizar las flexibilidades existentes para cumplir sus objetivos.