Desde EUROPE DIRECT NAVARRA/NAFARROA se recuerda que todavía están abiertas las inscripciones para participar en la mesa redonda para abordar el cambio climático en la zona transfronteriza que organizamos los centros EUROPE DIRECT Navarra/Nafarroa, Aragón y Pau-Pays de l’Adour, en colaboración con la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP) y el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC) el próximo 10 de diciembre.

El encuentro tendrá lugar en la sede de la CTP en Jaca de 10:30 a 13:30 y en el mismo participarán representantes de las administraciones públicas de los tres territorios, así como la Directora del OPCC y el Director de la CTP, además de responsables de proyectos europeos que abordan el cambio climático en los mismos.

Peio Oria Iriarte, responsable del Departamento de Reducción del Riesgo de Desastres de TESICNOR nos deja una reflexión sobre los desafíos del cambio climático en le región del Pirineo:

“La región transfronteriza pirenaica presenta un doble reto en cuanto a la adaptación a lluvias intensas e inundaciones: es un área especialmente sensible al cambio climático, ya que sabemos que las alteraciones en las variables físicas como la temperatura, la humedad o la precipitación son más drásticas en áreas de montaña. Al mismo tiempo el hecho de tener un relieve complejo entraña grandes dificultades ya que la señal de cambio climático tiende a mezclarse más fácilmente con fenómenos de tipo local.

En el caso concreto de las inundaciones, identificamos muchos episodios en los últimos 30 años a ambos lados de la muga; podríamos citar la inundación repentina sobre el camping de Biescas en 1996, junio de 2013 en la Cuenca de Pamplona y valle de Benasque, julio de 2014 en Baztan y Baigorri, junio de 2018 en Bearn u octubre de 2012 y diciembre de 2019 y 2021 en el conjunto del Pirineo occidental. Entre 1996 y 2015 el Consorcio de Compensación de Seguros pagó 15,2 millones de euros por daños derivados de las inundaciones en el conjunto del Pirineo y, lo que es peor, se cuentan casi un centenar de fallecidos.

Es evidente que tenemos un largo historial en estos últimos años, pero no obstante es difícil aseverar de manera rigurosa si en esta parte del mundo las inundaciones van a más o a menos, o si en promedio son más intensas las lluvias o el deshielo que alimentan esas inundaciones. Es complicado también porque tenemos una influencia muy acentuada de dos masas de agua de muy distinta naturaleza, como son el mar cantábrico y el mediterráneo, que están experimentando además cambios drásticos, al menos en cuanto a la temperatura superficial, lo que favorece grandes tasas de evaporación y, seguramente, mucha mayor eficiencia a la hora de convertir vapor de agua en precipitaciones más intensas.

Sin embargo, a tenor de lo visto en los últimos años en el Pirineo o en la otra gran cordillera montañosa del sur de Europa que son los Alpes, todo va apuntando a ver fenómenos cada vez más súbitos: nevadas de récord fuera de temporada, temperaturas desbocadas en pleno enero o déficits de humedad muy impactantes en los meses de verano.  Esto último es seguramente lo más preocupante, ya que se empieza a vislumbrar la posibilidad de megaincendios de montaña sobre bosques pirenaicos, en muchos casos sin limitación de combustible. Por supuesto, más a largo plazo, también está el signo más icónico de estas tendencias que es la perdida de las masas glaciares y su impacto en ecosistemas de montaña. Es como si fuera una pequeña representación de lo que llevamos viendo décadas en el punto más caliente del cambio climático a nivel global, que es el Ártico.

Hay algunas pruebas de lo anterior como el hecho de que en una parte importante del Pirineo y Prepirineo español va dominando la lluvia otoñal frente a la precipitación invernal, seguramente por una mediterraneización en el régimen de precipitaciones. Por otro lado sobre el conjunto del Pirineo el invierno de 2022/2023 fue el más cálido en muchas décadas, aunque es perfectamente posible que pudiéramos extenderlo a siglos, con anomalías en altura de cerca de 3ºC sobre el promedio 1991-2020. En el pasado invierno de 2023/2024 seguramente se ha marcado un hito en cuanto a ver varios episodios de precipitaciones en forma líquida a cotas muy altas (~2000 m) en los meses más fríos del año. Las proyecciones futuras apuntan a que el régimen estacional de lluvias también se verá modificado, con caudales más elevados en invierno (llueve más y nieva menos), deshielos más tempranos y estiajes más prolongados.

España, Francia y Andorra deben colaborar en estudios o proyectos sobre el impacto que tendrá la reducción de recursos hídricos en los abastecimientos o el paisaje, algo que se ha abordado en el proyecto LIFE Piragua, donde además se ha llevado a cabo una prospección para la adaptación de diferentes sectores, desde la producción de energía hidroeléctrica al turismo.

En nuestro caso, AI4flood se presenta como una propuesta para poder abordar mejor el desafío que presentan las inundaciones en la región transfronteriza, tanto en el ámbito más técnico de la alerta temprana como en el de la participación ciudadana y concienciación social. Para ello contamos con organismos públicos en varios niveles (CEREMA, Naturklima, CAPB, Ayuntamiento de Tafalla), expertos en la operativa a nivel municipal para  alertar sobre las inundaciones (Predict) o también en técnicas de inteligencia artificial como NAIR Center, Sixense o Tesicnor. Esto último es una de las grandes esperanzas para poder avanzar en la prevención y reducción de impactos de estas catástrofes”.

Se recuerda que desde EUROPE DIRECT NAVARRA/NAFARROA ponemos a disposición el trasporte ida y vuelta en autobús hasta Jaca, con salida el martes 10 de diciembre a las 09:00 desde c. Yanguas y Miranda 27º.