El Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha presentado una visión audaz sobre cómo transformar la agricultura, la pesca y los sistemas alimentarios de la UE para resistir mejor las crisis y al mismo tiempo garantizar la sostenibilidad. En el pleno de octubre se adoptó el dictamen «Fomento de sistemas alimentarios sostenibles y resilientes en tiempos de crisis», solicitado por la presidencia húngara. Al centrarse en la seguridad alimentaria, unos ingresos justos para toda la cadena de producción y la resiliencia medioambiental. Las propuestas ofrecen un camino claro para que la UE construya un sistema alimentario que no sólo sobreviva a los continuos desafíos y crisis, sino que prospere a largo plazo.
El CESE visualiza un sistema alimentario que sea competitivo, a prueba de crisis y alineado con los objetivos medioambientales y sociales de la UE. «Es esencial garantizar ingresos estables y sostenibles en la producción, así como fomentar una política alimentaria basada en el conocimiento que fomente la innovación», afirmó Arnold Puech d’Alissac, presidente de la Organización Mundial de Agricultores y uno de los ponentes del dictamen. Para respaldar esta visión, el CESE pide un nuevo modelo político para reforzar la posición negociadora del sector agrícola en la cadena alimentaria en lo que respecta a las negociaciones de precios, así como un aumento del presupuesto para una financiación adecuada de la agricultura y la pesca de la UE.
Desde el Comité se insiste en que los futuros acuerdos comerciales deberían incorporar las normas del Pacto Verde y de la granja a la mesa para garantizar una competencia leal y mantener una alta calidad de los alimentos, alineando el comercio mundial con los objetivos de sostenibilidad de la UE.
«Es fundamental garantizar unos ingresos justos para los productores primarios», señaló Piroska Kállay, relatora de Hungría. »Necesitamos ver la agricultura como parte de la solución y no como parte del problema», añadió. Una aplicación más estricta de las prácticas comerciales desleales y la estandarización de su aplicación a nivel de la UE, así como la introducción de una prohibición de las ventas por debajo del costo, son pasos necesarios para reequilibrar el poder en la cadena de suministro de alimentos.
Para sostener el sistema alimentario para las generaciones futuras, el CESE aboga por políticas que promuevan el relevo generacional, especialmente dirigidas a la juventud y las mujeres. Esto incluye educación, capacitación y apoyo a las cooperativas y la agricultura asistida por la comunidad, que crean resiliencia al distribuir los riesgos y beneficios económicos de manera más equitativa en la producción.
El CESE también recomienda recompensar los esfuerzos de secuestro de carbono en la agricultura, como la gestión sostenible del suelo, al tiempo que se aplican políticas para prevenir las fugas de carbono. «Estas medidas ayudarían a alinear la producción de alimentos con los objetivos climáticos y los compromisos ambientales globales de la UE», dijo Joe Healy, relator de Irlanda.
En respuesta a la creciente amenaza de desastres relacionados con el clima, el CESE propone un sistema de seguro público a escala de la UE, respaldado por inversión pública, para proteger a la producción de los desastres naturales como inundaciones o pérdidas de cosechas, garantizando la continuidad del suministro de alimentos.
La gestión sostenible del suelo y el agua es esencial para la productividad a largo plazo. El CESE insta a políticas que regeneren y restablezcan la salud del suelo, aumenten la eficiencia hídrica y reduzcan su uso, pasos críticos para mantener la resiliencia frente a las presiones climáticas.
Además, el CESE pide reducir la burocracia en toda la cadena alimentaria para agilizar los procesos y aumentar la transparencia. Regular los flujos comerciales y establecer un centro de datos digitalizado para el seguimiento de precios y costos ayudará a evitar perturbaciones en el mercado y mejorar la transparencia en las cadenas de suministro de alimentos.
Por último, el CESE reitera sus propuestas anteriores de crear un Consejo Europeo de Política Alimentaria (EFPC) para reforzar el diálogo sobre cuestiones relacionadas con la alimentación. Esta plataforma reuniría a diversas partes interesadas para alinear la política alimentaria con objetivos sociales y ambientales más amplios, garantizando un enfoque cohesivo de los sistemas alimentarios de la UE. El CESE toma nota con satisfacción de una propuesta similar en el informe del diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura de la UE.