La Unión Europea se mantiene firme en su compromiso de reforzar y defender la democracia, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. 2024 es un año electoral crucial. Casi la mitad de la población mundial en más de setenta países habrá tenido la oportunidad de elegir a sus representantes. Este año, millones de personas en todo el mundo están reafirmando su compromiso con la democracia, como candidatos o como votantes, frecuentemente en circunstancias difíciles.
La Unión Europea aplaude a quienes defienden la democracia, a menudo con un alto riesgo personal. Defender la democracia es fundamental para preservar y promover la dignidad de todos los ciudadanos, y también para fomentar la justicia social, el desarrollo inclusivo y la paz.
En diversas regiones, los ciudadanos se enfrentan a amenazas e intentos de socavar el proceso democrático mediante la violencia política, la manipulación electoral, el fraude, el uso indebido de recursos estatales, la desinformación o las injerencias extranjeras. Estos actos van en detrimento de la integridad de las elecciones y de los cimientos mismos de la democracia.
Mediante el envío de misiones de observación electoral y otros instrumentos de apoyo a la democracia, la UE se afana por detectar e impedir tales tentativas, y también por formular recomendaciones en la materia a fin de facilitar y fomentar la participación activa en las elecciones.
No es una tarea de un solo día, pues el compromiso de la Unión Europea se extiende más allá de las elecciones. La UE apoya los principios democráticos de participación, igualdad, rendición de cuentas y transparencia, especialmente en lo referido a la inclusión de las mujeres, los niños y los jóvenes en la vida pública.
También fomenta la existencia del espacio cívico y protege a los defensores de los derechos humanos, combate la corrupción y se esfuerza por mejorar el Estado de Derecho. La UE defiende y apoya unos medios de comunicación independientes, la seguridad de los periodistas y la lucha contra la desinformación, tanto en línea como fuera de línea, al tiempo que favorece una transformación digital justa. Todo ello forma parte de los valores fundamentales que nos definen.
La última década ha demostrado que la democracia es frágil y requiere una vigilancia constante. Debemos seguir esforzándonos por mejorar la resiliencia de nuestras democracias y repeler cualquier intento de degradarlas, dentro y fuera de la UE.
En este Día Internacional de la Democracia reafirmamos nuestro apoyo a todos quienes defienden los valores democráticos y los derechos universales, y hacemos hincapié en la responsabilidad colectiva de crear sociedades resilientes e inclusivas para las generaciones de hoy y del futuro.