La evaluación de la Directiva TNE evaluará si contribuye eficazmente a sus objetivos, incluida la protección de la salud humana y del medio ambiente.

La Comisión Europea puso en marcha el martes una consulta pública  abierta sobre la evaluación de la Directiva relativa a los compromisos  nacionales de reducción de las emisiones. Se invita a los ciudadanos y a las partes interesadas a compartir sus puntos de vista sobre la Directiva TNE a través de una consulta en línea que durará hasta el 26 de noviembre de 2024.  

La evaluación de la Directiva TNE evaluará si contribuye eficazmente a sus objetivos: proteger la salud humana y el medio ambiente mediante la reducción de las emisiones nacionales de los cinco principales contaminantes atmosféricos, a saber, partículas finas (PM 2,5), óxidos de nitrógeno (NO x), compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM), amoníaco (NH 3) y dióxido de azufre (SO 2).

Uno de los objetivos clave será también evaluar la pertinencia de la presente Directiva teniendo en cuenta la evolución de las circunstancias, en particular el progreso científico y técnico y la aplicación de otras políticas de la UE en materia de clima y energía. La evaluación también ayudará a aclarar cualquier obstáculo en la aplicación de la Directiva y a explorar el potencial de simplificación y reducción de los costes reglamentarios.

La evaluación también incluye una consulta  específica a las partes interesadas que recoge las opiniones de un público experto sobre cuestiones específicas y un taller de un día de duración para las partes interesadas, anunciado para el 14 de octubre de 2024 en Bruselas como acto híbrido. La Comisión ha contratado un estudio específico para apoyar la evaluación y las consultas públicas y específicas con las partes interesadas.

Antecedentes

La contaminación del aire es la mayor causa ambiental de mortalidad prematura, enfermedades cardiovasculares y afecciones respiratorias, y es una de las principales razones de la pérdida de biodiversidad. La UE ha estado abordando la contaminación atmosférica desde la década de 1970, desarrollando diversos instrumentos para mejorar la calidad del aire y proteger los ecosistemas.

La Directiva TNE establece compromisos nacionales para reducir las emisiones de cinco contaminantes atmosféricos (SO2, NOx, COVNM, NH3 y PM2,5) para el período 2020-2029, así como compromisos de reducción más ambiciosos para 2030 y años posteriores. Incluye la notificación (obligatoria y voluntaria) de las emisiones de otros contaminantes, sin exigir su reducción a lo largo del tiempo.

El artículo 13, apartado 1, de la Directiva TNE exige que la Comisión Europea revise esta Directiva a más tardar el 31 de diciembre de 2025.

En virtud de la Directiva NEC, los Estados miembros de la UE están obligados a:

  • Elaborar y actualizar periódicamente programas nacionales de control de la contaminación atmosférica, incluidas políticas y medidas para reducir las emisiones
  • Elaborar inventarios de emisiones de contaminantes atmosféricos por sector
  • Producir proyecciones de emisiones con estimaciones sobre la evolución futura de las emisiones
  • Elaborar inventarios de emisiones con información desagregada espacialmente y grandes fuentes puntuales (por ejemplo, centrales eléctricas)
  • Supervisar el impacto de la contaminación atmosférica en los ecosistemas

El segundo informe de aplicación de la Directiva TNE publicado en julio de 2024 por la Comisión constató que el cumplimiento general por parte de los Estados miembros de los compromisos nacionales de reducción era relativamente bueno para todos los contaminantes, excepto para las emisiones de amoníaco.

La Directiva TNE es uno de los tres pilares de la política de aire limpio de la UE, que complementa las Directivas sobre la calidad del aire ambiente (2008/50/CE y Directiva 2004/107/CE) y las normas de emisión para las principales fuentes de contaminación atmosférica. También aplica el Protocolo de Gotemburgo de la CEPE/ONU para reducir la contaminación atmosférica transfronteriza, del que son signatarios todos los Estados miembros de la UE y la propia UE.

El Plan de Acción «Contaminación Cero» de 2021 establece objetivos conexos a escala de la UE para 2030 (en relación con 2005) para reducir el número de muertes prematuras causadas por la contaminación atmosférica en un 55 % y reducir en un 25 % el número de ecosistemas de la UE en los que la contaminación atmosférica amenaza la biodiversidad.

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