La ambición española de convertirse en un productor clave del hidrógeno «verde» -visto como una parte esencial de la transición europea para alejarse de los combustibles fósiles- se ha acercado a la realidad, después de que la UE haya aceptado importantes ayudas estatales.

Los responsables de competencia de la Comisión Europea han concedido al Gobierno una subvención de 1.200 millones de euros a la acelerada industria española de hidrógeno renovable, dando un nuevo impulso a la aspiración del país de convertirse en un importante productor de combustible climático.

Según un esquema que se financiará totalmente con la parte que tenga Madrid del fondo de recuperación de la UE surgido de la pandemia de Covid, las plantas de producción con una capacidad igual o superior a 100 megavatios pueden solicitar ayuda estatal para desarrollar «valles de hidrógeno» en todo el país.

El hidrógeno verde se genera con electricidad renovable -España tiene un gran potencial no ampliable para producir energía solar y eólica – para distribuir el agua en su componente, oxígeno e hidrógeno, que puede ser utilizado directamente como transportador de energía, o como materia prima para producir combustibles líquidos sintéticos con huella de carbono casi cero.

La ayuda de Estado se pagará a finales de 2025 mediante un sistema de competencia oposición. La UE permite alejarse de la estricta prohibición de apoyo nacional a la industria interior en aquellos casos en los que distorsiona los principales objetivos políticos de la UE, en este caso, la transición a la economía de la red cero, sin distorsionar indebidamente el mercado único.

La vicepresidenta de la comisión encargada de la política de competencia, Margrethe Vestager, dijo que el esquema español aceleraría la acumulación de instalaciones de producción de hidrógeno verde en consonancia con los objetivos estratégicos de la UE.

«El plan ayudará además a España a reducir su dependencia de los combustibles fósiles importados y, al mismo tiempo, a minimizar las posibles distorsiones a la competencia», dijo Vestager.

En el borrador del plan nacional de energía y clima 2030, que debían producir todos los miembros de la UE y que actualmente se está ultimando, España tenía una capacidad electrolítica de producción de hidrógeno verde de 11 gigavatios y era la mayor de Europa, con Alemania sólo acercándose a 10 GW.

El objetivo actual de la UE es producir 10 millones de toneladas de hidrógeno verde al año para 2030, aunque los auditores de la UE advirtieron la semana pasada de que el objetivo no era realista.

La asociación comercial de Bruselas Hidrógeno Europa, cuyos socios son multinacionales petrolíferas con ojo para producir hidrógeno desde gas natural hasta fabricantes de aerogeneradores, vio con buenos ojos que la UE aprobara el plan de ayudas español.

«El anuncio de España demuestra aún más que la península Ibérica va camino de convertirse en un gigante en la economía del hidrógeno», dijo a Euronews su CEO, Jorgo Chatzimarkakis.

«Es una promesa muy grande que la primera ministra española, Teresa Ribera, presentará estos planes y se convertirá en comisaria europea, con una esperanza por el clima o la energía», añadió la ex eurodiputada.