La Comisión ha publicado su quinto informe anual sobre el Estado de Derecho, que hace un seguimiento de la evolución significativa y hace balance de la situación del Estado de Derecho en todos los países de la UE. Demuestra que la UE está mucho mejor preparada que hace cinco años para detectar, prevenir y abordar los retos emergentes. Esto significa democracias europeas más resilientes, confianza mutua en la UE, buen funcionamiento del mercado único y un entorno empresarial que fomente la competitividad y el crecimiento sostenible.
Cada año, el informe incluye nuevas recomendaciones para los países de la UE. El68 % de las recomendaciones de 2023 se han abordado, total o parcialmente, lo que demuestra que el informe se ha convertido en un verdadero motor de reformas positivas. Sin embargo, en algunos países de la UE persisten las preocupaciones sistemáticas y la situación se ha deteriorado aún más.
La edición de este año también introduce capítulos sobre Albania, Montenegro, Macedonia del Norte y Serbia, para apoyar sus esfuerzos de reforma y garantizar la continuación del trabajo sobre el Estado de Derecho para seguir avanzando hacia la adhesión a la UE.
Principales conclusiones y recomendaciones del informe de 2024:
- Reformas de la justicia: Se han iniciado importantes reformas para reforzar la independencia judicial. Sin embargo, persisten preocupaciones sistémicas con respecto a la independencia judicial y se han observado casos específicos de deterioro. Se necesitan salvaguardias en los procedimientos de nombramiento judicial, autonomía de la fiscalía y recursos adecuados.
- Marcos de lucha contra la corrupción: La corrupción sigue siendo una grave preocupación, sin embargo, los países de la UE son mejores en la lucha contra ella: han aumentado los recursos en la capacidad de los servicios con funciones coercitivas, las fiscalías y el poder judicial. Es necesario adoptar nuevas medidas para reforzar los marcos preventivos y garantizar la investigación y el enjuiciamiento efectivos de los casos de corrupción.
- Libertad y pluralismo de los medios de comunicación: Se adoptaron medidas concretas para mejorar la seguridad y el entorno de trabajo de los periodistas, y se han ampliado las tareas y competencias de varios reguladores nacionales de los medios de comunicación. Persisten las preocupaciones sobre la gobernanza independiente o la estabilidad financiera de los medios de comunicación de servicio público, la transparencia de la propiedad de los medios de comunicación, el derecho de acceso a los documentos públicos y la asignación transparente y justa de la publicidad estatal. Las recomendaciones se centran en estos ámbitos para garantizar un panorama mediático libre y pluralista.
- Controles y equilibrios institucionales: Se han observado esfuerzos para mejorar los procesos legislativos. Sin embargo, persisten desafíos, incluido el uso excesivo de procedimientos acelerados, la calidad de la legislación y las restricciones a las que se enfrentan la sociedad civil y los defensores de los derechos humanos. Las recomendaciones tienen por objeto reforzar los procesos legislativos y apoyar el funcionamiento de las autoridades independientes.
El Estado de Derecho es parte integrante de la propia identidad de la UE y una condición previa para el respeto de otros valores. Según la última encuesta especial del Eurobarómetro, más de 7 de cada 10 ciudadanos de la UE están de acuerdo en que la UE desempeña un papel importante a la hora de ayudar a defender el Estado de Derecho en su país. Cerca de nueve de cada diez ciudadanos de la UE consideran importante que todos los países de la UE respeten los valores fundamentales de la UE.