En la noche del sábado 27 al domingo 28 de abril de 2024, a las 2:34 CEST, se pusieron en órbita con éxito dos nuevos satélites Galileo, como parte de la finalización del despliegue de la constelación Galileo.
Los dos satélites contribuirán a aumentar la fiabilidad del sistema y, por tanto, de la información de posicionamiento, en beneficio de los usuarios. Actualmente, casi la mitad de la población mundial utiliza los servicios de Galileo. Este lanzamiento amplía la constelación Galileo ya en órbita con vistas a alcanzar su plena capacidad operativa, con 24 satélites operativos en ranuras nominales y satélites de repuesto en órbita.
Desde hace una década, la UE no ha dejado de reforzar su constelación Galileo para garantizar la continuidad de su actividad económica. Muchos sectores estratégicos, como la agricultura, la energía, la aviación y la defensa, por citar algunos, dependen de la disponibilidad de información precisa sobre posicionamiento y temporización. El 10% del producto interior bruto anual de la UE depende de la navegación por satélite, y esta cifra va en aumento.
Este lanzamiento tiene lugar sólo unos días después de que empezaran a emitirse las nuevas señales del Servicio Público Regulado (PRS), lo que se traduce en una mayor robustez y flexibilidad. Este servicio de navegación cifrada está diseñado específicamente para usuarios gubernamentales autorizados y aplicaciones sensibles.
De cara al futuro, se están fabricando doce satélites de la segunda generación (G2G). El primer lanzamiento de estos satélites G2G está previsto para 2026 con un lanzador Ariane-6, una vez concluido con éxito el vuelo inaugural en 2024. La Comisión Europea está encargando dos lanzamientos suplementarios de Ariane-6 en los próximos meses.