El principal motor de la deforestación y la degradación forestal es la expansión de las tierras agrícolas, que está vinculada a la producción de productos básicos que importamos, como soja, carne de vacuno, aceite de palma, madera, cacao y café. Como principal economía y consumidor de estos productos básicos vinculados a la deforestación y la degradación forestal, la UE es parcialmente responsable de este problema y quiere responder a la firme exigencia de los ciudadanos europeos de que lidere el camino para resolverlo.

Por consiguiente, la Comisión propone un Reglamento para minimizar la deforestación y la degradación forestal provocadas por la UE. Al promover el consumo de productos «libres de deforestación» y reducir el impacto de la UE en la deforestación y la degradación forestal a escala mundial, se espera que las nuevas normas reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad.

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