La Comisión Europea ha adoptado una propuesta para proteger la salud humana y el medio ambiente de algunas de las sustancias químicas más nocivas presentes en los residuos, los contaminantes orgánicos persistentes (COP). La propuesta disminuye los límites aplicables a estos productos químicos en los residuos, impidiendo que vuelvan a entrar en la economía.
Los contaminantes orgánicos persistentes (COP) son sustancias químicas con propiedades tóxicas que permanecen en el medio ambiente durante mucho tiempo, se acumulan en las cadenas alimentarias y pueden dañar la salud humana y el medio ambiente. Con la propuesta de hoy, se pretende eliminar o minimizar las emisiones de COP procedentes de los residuos. Aunque, por lo general, los contaminantes orgánicos persistentes ya no se utilizan en nuevos productos, pueden encontrarse todavía en los residuos procedentes de algunos productos de consumo, como los textiles impermeables, los muebles, los plásticos y los equipos electrónicos.