La Comisión Europea ha publicado una Comunicación titulada «La ruta hacia el próximo marco financiero plurianual». que esboza los principales desafíos políticos y presupuestarios que configurarán el diseño del próximo marco financiero plurianual (MFP), sentando las bases para la reflexión sobre cómo adaptar el presupuesto a largo plazo de la UE a la evolución de las necesidades y prioridades. En paralelo a esta Comunicación, la Comisión también pone en marcha una campaña europea con una serie de partes interesadas, incluidos los gobiernos de los Estados miembros, las entidades regionales y los ciudadanos.
Un presupuesto de la UE en el centro de las prioridades de la UE
El presupuesto europeo apoya a los ciudadanos, los agricultores, los investigadores, las empresas y las regiones en toda Europa y fuera de ella. Ha demostrado ser esencial para mejorar la vida de los europeos. Junto con NextGenerationEU, ha ayudado a superar una crisis pandémica y energética, salvando millones de puestos de trabajo durante los confinamientos e invirtiendo en nuestro futuro limpio y digital. El presupuesto de la UE también proporcionó un apoyo sin precedentes a Ucrania y a la seguridad de Europa ante la guerra de agresión de Rusia.
El próximo presupuesto a largo plazo, que comenzará en 2028, deberá resolver la cuadratura del círculo: las expectativas de que la UE actúe van en constante aumento. Para que el presupuesto de la UE esté a la altura de nuestras ambiciones y garantice el reembolso de los empréstitos de NextGenerationEU, y, al mismo tiempo, mantenga estables las contribuciones financieras nacionales de los Estados miembros, debemos establecer nuevos recursos propios. Mantener la situación actual no es una opción, es necesario tomar decisiones. La UE debe maximizar la repercusión de cada euro que gasta, centrándose en las prioridades de la UE y en los objetivos en los que la acción de la UE sea más necesaria.
Los nuevos desafíos y las expectativas de que la UE actúe exigen que reconsideremos la forma en la que el presupuesto de la UE funciona, para adaptarlo al futuro. El objetivo de una Europa libre, democrática, fuerte, segura, próspera y competitiva requiere un presupuesto de la UE reformado y reforzado, más sencillo, más flexible, más específico y con mayor repercusión.
El nuevo enfoque para un presupuesto moderno de la UE debe incluir un plan para cada país con reformas e inversiones clave, diseñadas y aplicadas en asociación con las autoridades nacionales, regionales y locales. El Fondo Europeo de Competitividad debe establecer una capacidad de inversión suficiente para apoyar sectores estratégicos y tecnologías críticas. Asimismo, una financiación renovada de la acción exterior debe tener un efecto más profundo, ser más específica y estar en consonancia con los intereses estratégicos, contribuyendo así a una nueva política exterior. El presupuesto también debe establecer salvaguardias adicionales que protejan el Estado de Derecho. Además, el presupuesto de la UE debe poder contar con ingresos modernizados para garantizar una financiación suficiente y sostenible para nuestras prioridades comunes.