La Comisión ha adoptado unas directrices para promover el derecho de las personas con discapacidad a vivir de forma independiente y a integrarse en la comunidad.
Las directrices ofrecen recomendaciones prácticas a los Estados miembros sobre el uso de los fondos de la UE para acelerar la transición de la atención institucional a los servicios basados en la comunidad y la vida independiente de las personas con discapacidad. El objetivo es hacer realidad la vida independiente de las personas con discapacidad, capacitándolas para elegir cómo, dónde y con quién vivir, y dándoles acceso a una serie de servicios de apoyo basados en la comunidad y a la igualdad de acceso a los servicios.
Estas directrices representan una iniciativa denominada «emblemática» de la Estrategia sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad 2021-2030. Contribuyen a cumplir las obligaciones derivadas de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CNUDPD), de la que son parte la UE y todos los Estados miembros. Las directrices también pretenden apoyar la aplicación de la Carta Social Europea.